Sin embargo, la situación común en la mayoría de los sistemas de recría/invernada de machos y hembras es la pérdida subclínica de peso. Esto se produce porque los niveles de parasitosis no llegan a ser tan graves como para provocar enteque clínico pero sí suficientes para reducir severamente la ganancia diaria de peso. Si bien es difícil evaluar este efecto en el campo a simple vista, hacia fines del invierno se pueden acumular pérdidas de 20-30 kg por animal. En cualquiera de las dos situaciones descriptas -clínicas o subclínicas- las bajas ganancias de peso registradas durante el otoño y el invierno, no son compensadas durante la primavera. Esto se debe a que el aparato digestivo de los animales queda con lesiones crónicas que impiden un aumento compensatorio de peso. Como consecuencia, los novillos o vaquillonas deberán permanecer en pastoreo por más tiempo para lograr el peso de faena o servicio con las lógicas complicaciones en el manejo del sistema de producción.
Ricardo Fernandez Barrueco |
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